miércoles, 10 de septiembre de 2014

Confirmado 7 meses después: el Estado nacional cerró 2013 con un déficit de $ 85.058 millones

Tal como anticipó este medio en febrero, la Nación culminó el año pasado con un resultado financiero negativo que superó unas 169 veces el superávit previsto. Se gastaron $ 122.222 millones más de lo presupuestado; el 30% fue financiado con ingresos extra y el resto se completó con deuda intra-sector público y emisión monetaria. Especial El Auditor.info.
Antes de comenzar, es necesaria una fe de erratas: estimados lectores, la redacción de El Auditor.info desea pedirles las más sinceras disculpas por un dato erróneo que figuró en una nota publicada el 12 de febrero de este año; en aquella oportunidad, se afirmó que el Estado nacional había cerrado el ejercicio 2013 con un déficit de $ 85.928 millones. Aunque, pensándolo bien, tal vez no fue tan desatinado nuestro cálculo. La semana pasada se conoció la Cuenta de Inversión (que es ni más ni menos que la rendición de cómo se ejecutó el presupuesto del año pasado), el resultado financiero negativo ascendió a $ 85.058 millones.
Esto quiere decir que, tras siete meses de espera, llegó la información oficial: este medio falló por $ 870 millones. Recordemos que pocos días después de nuestra publicación, desde las más altas líneas del Estado nacional salieron a retrucar el dato y dijeron que el rojo fiscal no superaba los $22.000 millones.
Dicho esto, se agrega que la Cuenta de Inversión 2013 también confirmó que los gastos crecieron más que los ingresos, y así quedó conformado un déficit que casi duplica al rojo registrado en 2012 (que fue de $ 44.183 millones).
En detalle
Cuando se aprobó el presupuesto del año pasado, los Recursos Totales habían sido estimados en $ 629.217 millones, pero finalmente se supo que ingresaron al Estado por todo concepto unos $ 665.877 millones, es decir un 5% más de lo previsto.
Por otra parte, al inicio del ejercicio se proyectaban Gastos Totales por $ 628.713 millones, un monto que terminó trepando (mediante modificaciones presupuestarias que no fueron consultadas al Congreso) hasta alcanzar los $ 750.935 millones, o sea un 19% por encima de lo que estaba calculado.
De estas distintas performances pueden hacerse, por lo menos, dos lecturas. En primer lugar, el Presupuesto 2013 preveía un superávit de $ 504 millones, pero el déficit conseguido superó unas 169 veces esa cifra.
Y en segundo, se ejecutaron $ 122.222 millones más de lo previsto en concepto de Gastos Totales. En ese sentido, la Cuenta de Inversión indica que solamente el 29,99% de ese monto fue financiado con ingresos extra: puntualmente, aquellos $ 36.660 millones de más que se recaudaron por el ítem Recursos Totales.
¿Y el resto? Para sostener este crecimiento de los desembolsos, la Nación apeló a dos herramientas. Por un lado, profundizó lo que se conoce como deuda intra-sector público: se trata de pedirle adelantos transitorios al Banco Central de la República Argentina (BCRA), y echar mano a otras fuentes de financiamiento interno, como los fondos excedentes del ANSES, los préstamos del Banco Nación y otros mecanismos del propio BCRA, principalmente la colocación de Letras Intransferibles en compensación por el uso de Reservas (más detalles). Por otra parte, el Estado también intensificó la emisión monetaria.
Volcar la balanza
Al analizar el cuadro general expresado en la Cuenta de Inversión 2013, es posible determinar cuál fue el ítem que terminó volcando la balanza hacia el déficit en cuestión.
Es que si se comparan solamente los Ingresos Corrientes (por ejemplo recaudación de impuestos) con los Gastos Corrientes (desembolsos operativos, pago de sueldos, compra de insumos), se obtendría superávit.
Puntualmente, el año pasado el concepto Ingresos Corrientes ascendió a $ 664.527 millones, mientras que los Gastos Corrientes alcanzaron los $ 655.673 millones, lo que arroja, en el llamado Resultado Económico Ahorro/Desahorro, un saldo positivo de $ 8.854 millones.
Pero la cosa no queda ahí. Para arribar a cifras globales, debe añadirse a estos datos la diferencia entre los Recursos de Capital (por ejemplo el dinero que entra por venta de activos reales) y los Gastos de Capital, que es un concepto conformado por transferencias a provincias y municipios, e inversiones financieras).
Aquí está la clave: es que el Estado percibió solamente unos $ 1.349 millones en Recursos de Capital, pero por Gastos de Capital se desembolsaron $ 95.261 millones.
FUENTE: PUBLICADO EN ELAUDITOR.INFO - http://www.elauditor.info/posts/show/6120

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